El scoring crediticio se ha consolidado como un instrumento tecnológico fundamental para la toma de decisiones financieras en América Latina, impulsando tanto la inclusión financiera como la gestión eficiente de riesgos en una región donde aproximadamente el 40% de la población adulta aún no está formalmente bancarizada. Esta tecnología permite a instituciones financieras evaluar clientes potenciales con mayor precisión, especialmente en mercados donde los datos tradicionales pueden ser escasos o fragmentados.
¿Qué es un Modelo de Scoring?
Un modelo de scoring es una herramienta estadística que permite evaluar y clasificar a las personas según su probabilidad de cumplir con una obligación financiera. Esta clasificación se basa en el análisis de datos históricos, comportamientos y características personales o comerciales. Es, en esencia, un mecanismo de predicción: asigna un puntaje (o “score”) a cada individuo, lo que ayuda a anticipar la probabilidad de que incurra en un evento como el impago de una deuda.
En América Latina, los modelos de scoring se han consolidado como un componente clave para la inclusión financiera, especialmente en una región donde un porcentaje significativo de la población no posee historial crediticio formal. Por ejemplo, en México y Colombia, se han desarrollado modelos que combinan técnicas tradicionales como la regresión logística con machine learning para evaluar a clientes sin historial crediticio, utilizando variables socio-demográficas y comportamentales alternativas. En un estudio realizado en una entidad financiera latinoamericana, se trabajó con más de 12,000 registros y 51 variables para construir un modelo de scoring para créditos de vehículos, logrando mejorar la predicción del incumplimiento.
Relación entre Score y Tasa de Incumplimiento en América Latina
La correlación entre los puntajes de scoring y las tasas de incumplimiento es notablemente consistente en los mercados latinoamericanos. Los clientes con scores bajos (0-200) presentan tasas de incumplimiento cercanas al 45%, mientras que aquellos con scores altos (801-1000) tienen una probabilidad de impago cercana al 2%.
Esta segmentación permite a las instituciones ajustar políticas de crédito y estrategias de cobranza de manera eficiente. Actualmente, se estima que aproximadamente el 30% de la población latinoamericana se encuentra por debajo del umbral mínimo de score considerado aceptable para obtener créditos formales, lo que representa un desafío significativo para la inclusión financiera en la región.
Esta metodología es ampliamente utilizada en sectores como el financiero, el retail, los servicios públicos, las telecomunicaciones y el e-commerce. Su objetivo es mejorar la toma de decisiones, automatizar procesos y reducir riesgos. Por ejemplo, una entidad financiera puede usar un modelo de scoring para decidir si aprueba o no una solicitud de crédito, definir el monto y las condiciones del préstamo, o identificar clientes propensos a la mora.
Tipos de modelos de scoring
Existen diferentes tipos de scoring, cada uno adaptado a un momento distinto dentro del ciclo de vida del cliente:
- Scoring de originación: Se utiliza al momento de evaluar una solicitud de crédito. Estima la probabilidad de incumplimiento del solicitante antes de otorgarle un préstamo.
- Scoring de comportamiento: Analiza el comportamiento histórico de los clientes para predecir comportamientos futuros ante un aumento de límites y/o el otorgamiento de nuevos productos, permitiendo conocer la probabilidad de que caigan en mora.
- Scoring de cobranza: Se aplica sobre clientes morosos, ayudando a predecir la probabilidad de recupero y a definir estrategias personalizadas de recobro.
- Scoring de marketing o retención: Estima la probabilidad de que un cliente acepte una oferta o permanezca activo en el tiempo.
El Ecosistema de Información Crediticia en América Latina
América Latina cuenta con aproximadamente 30 burós de crédito principales distribuidos a través de la región, con una combinación de centrales de riesgo públicas y burós privados. Brasil destaca por su fortaleza tecnológica, donde los datos se actualizan diariamente en línea, convirtiendo al país en líder regional en disponibilidad de información para análisis crediticio más preciso. En contraste, países como Perú y Bolivia enfrentan limitaciones en la puntualidad de sus datos, ya que dependen de bases de datos de centrales de riesgo públicas que se actualizan mensualmente.
Las instituciones financieras en la región típicamente consultan entre 2 y 4 fuentes distintas de información crediticia antes de tomar una decisión de préstamo. Por ejemplo, en Bolivia, las instituciones microfinancieras (IMF) reguladas tienen la obligación legal de consultar tanto la central pública de riesgos como al menos un buró de crédito especializado en microcréditos y créditos de consumo. Esta práctica multifuente enriquece la evaluación pero también evidencia la fragmentación de la información en muchos países.
¿Cómo se construye un modelo de scoring?
La creación de un modelo de scoring es un proceso técnico y estratégico que combina el conocimiento del negocio con herramientas de análisis de datos. Generalmente incluye las siguientes etapas:
- Recolección y procesamiento de datos: Se reúnen datos históricos de clientes, variables financieras, demográficas y de comportamiento. En América Latina, la diversidad de fuentes de datos es clave para compensar la falta de historial crediticio formal en muchos segmentos. Luego se depuran y estructuran para su análisis.
- Selección de variables: Se identifican las variables más relevantes que influyen en el evento que se quiere predecir (por ejemplo, caer en mora).
- Segmentación: En algunos casos, es necesario dividir a la población en grupos homogéneos para construir modelos específicos por segmento.
- Modelado estadístico: Se aplican técnicas como la regresión logística (la más común en la región), árboles de decisión o modelos de machine learning. Estas técnicas determinan cómo se combinan las variables para calcular un score. Por ejemplo, en México se han combinado árboles de decisión con regresión logística para mejorar la evaluación de clientes sin referencias crediticias.
- Validación del modelo: Se prueba el modelo con datos históricos para verificar su poder predictivo. Se comparan los resultados reales con las predicciones realizadas, usando métricas como KS y Gini.
- Calibración y definición del score: Se ajustan los componentes del algoritmo a partir de analizar los resultados de numerosas y constantes pruebas que deben hacerse para que el score final represente adecuadamente el nivel de riesgo.
- Implementación y monitoreo: El modelo se integra a los procesos de negocio y se monitorea regularmente para asegurar su vigencia.
Métricas clave
La efectividad de un modelo se mide con indicadores como:
- Gini o AUC (Área Bajo la Curva): Mide la capacidad del modelo para diferenciar entre buenos y malos clientes. En modelos latinoamericanos bien desarrollados, valores de Gini suelen estar por encima del 0.6, indicando un buen poder predictivo.
- KS (Kolmogorov-Smirnov): Evalúa la distancia entre las curvas acumuladas de eventos y no eventos. Ayuda a identificar el punto óptimo de corte del score.
- Tabla de performance: Muestra cómo se distribuyen los clientes y los eventos (por ejemplo, mora) en diferentes rangos de score.
Estas métricas permiten ajustar políticas comerciales, definir límites de riesgo y tomar decisiones más acertadas.
Beneficios del scoring
Implementar modelos de scoring bien calibrados aporta múltiples beneficios:
- Agilidad en la toma de decisiones: Permite evaluar solicitudes de forma automática y en tiempo real.
- Reducción de riesgo: Mejora la calidad de las decisiones y disminuye la tasa de incobrabilidad. En Colombia, el crecimiento anual del sector fintech y el uso de scoring han contribuido a una reducción significativa en tasas de mora en créditos de consumo.
- Personalización: Facilita la adaptación de ofertas, condiciones y comunicaciones al perfil de cada cliente.
- Eficiencia operativa: Automatiza tareas que antes eran manuales y costosas.
- Inclusión financiera: Ayuda a evaluar perfiles sin historial crediticio mediante fuentes alternativas, un aspecto fundamental en América Latina donde aproximadamente el 40% de la población adulta no está formalmente bancarizada.
Además, mejora la experiencia del cliente al reducir tiempos de espera y ofrecer propuestas ajustadas a su situación.
Los Burós de Crédito y su Papel en América Latina
El panorama de los burós de crédito en América Latina es diverso y se encuentra en constante evolución. En la mayoría de los casos, estos organismos no solo proporcionan información crediticia —que puede o no complementarse con datos no tradicionales—, sino que también han desarrollado modelos de scoring genéricos, elaborados a partir de la vasta cantidad de información que gestionan en sus bases de datos.
Colombia y Perú se destacan como líderes mundiales en regulación prudencial y en el establecimiento de normas para la captación de depósitos, fijando estándares que promueven un entorno financiero sólido y responsable.
En varios países, como Perú y Bolivia, las redes de instituciones microfinancieras (IMF) han desempeñado un papel clave al incentivar la participación de sus miembros en los burós de crédito. Estas redes han ofrecido capacitación, acompañamiento e incluso servicios gratuitos por períodos limitados, con el fin de fomentar la integración de las IMF no reguladas en los sistemas de información crediticia.
Por su parte, México ha puesto en marcha iniciativas innovadoras, como la actualización de datos conforme a la frecuencia de pago de los créditos (semanal, quincenal), lo que permite una evaluación más precisa y actualizada del comportamiento de pago de los clientes.
Tendencias actuales
En los últimos años, la evolución de la inteligencia artificial ha transformado los modelos de scoring. Hoy es habitual utilizar técnicas de machine learning que permiten encontrar patrones complejos en grandes volúmenes de datos y además generar modelos que se entrenan constantemente y se autoajustan conforme los nuevos datos que se van incorporando.
Estas nuevas metodologías amplían la capacidad predictiva y permiten trabajar con variables no tradicionales: comportamiento digital, uso del celular, actividad en redes sociales, entre otros. También se está dando mayor importancia al concepto de explainability, es decir, la posibilidad de entender y explicar cómo y por qué un modelo tomó determinada decisión. Esto es fundamental para cumplir con normativas, garantizar transparencia y generar confianza.
Otro aspecto destacado es el uso de modelos dinámicos que se actualizan en tiempo real, alimentándose de nuevos datos para mantener su vigencia y precisión. En la región, varias fintech y bancos están adoptando estas tecnologías para mejorar la inclusión financiera y la gestión de riesgos.
Scoring Alternativo: La Revolución de los Datos No Tradicionales
Los scores alternativos, como los que ofrece CredoLab, están ganando terreno significativo en América Latina. Estas soluciones aprovechan datos no tradicionales como patrones de comportamiento digital, uso de dispositivos móviles y transacciones electrónicas para evaluar a consumidores sin historial crediticio formal. Esta aproximación resulta particularmente valiosa en la región, donde muchos países enfrentan problemas como “falta de disponibilidad de datos y/o datos inexactos” y “falta de instituciones reportantes y dispersión de la información en los burós de crédito”.
Aplicaciones en distintas industrias
Aunque su origen está en la banca, el scoring se ha expandido a diversos sectores:
- Retail: Para evaluar riesgo en compras a crédito o financiar productos.
- E-commerce: Para predecir la probabilidad de conversión, abandono de carrito o devoluciones.
- Seguros: Para definir primas más ajustadas y detectar fraudes.
- Servicios públicos y telecomunicaciones: Para prevenir la morosidad y segmentar clientes.
- Marketing: Para calificar leads y optimizar campañas.
En todos los casos, el scoring ayuda a maximizar el valor de cada cliente, reduciendo riesgos y mejorando los resultados del negocio.
Conclusión
El modelo de scoring se ha consolidado como una herramienta fundamental para cualquier organización que ofrezca productos o servicios financieros o que tome decisiones en base al comportamiento de sus usuarios. Su capacidad para automatizar procesos, reducir riesgos y mejorar la experiencia del cliente lo convierte en un pilar clave de la estrategia operativa y comercial.
En América Latina, donde el crecimiento del crédito en los últimos años ha planteado tanto oportunidades como desafíos para la estabilidad financiera, los modelos de scoring cobran especial relevancia. Según estudios econométricos regionales, la mayoría de los países latinoamericanos aún tienen niveles de profundización financiera por debajo de sus niveles de equilibrio, lo que sugiere un importante potencial de crecimiento para herramientas de evaluación crediticia más sofisticadas e inclusivas.
A medida que las fuentes de datos se diversifican y las tecnologías evolucionan, los modelos de scoring seguirán transformándose. La clave estará en encontrar el equilibrio entre precisión, explicabilidad y respeto por la privacidad, para construir soluciones confiables, inclusivas y sustentables, especialmente en una región como América Latina, donde la inclusión financiera y la innovación tecnológica son desafíos y oportunidades simultáneas.
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